La
guerra en contra de Venezuela I
Estamos en guerra.
Al día de hoy debemos tener clara
la situación en la que estamos, para poder actuar con precisión y dar
respuestas eficaces en cada etapa coyuntural de este conflicto. Al respecto, me
parece que existen demasiadas posiciones encontradas e incluso contradictorias
a nivel comunicacional y de la vocería política; lo que resulta en una cierta
incertidumbre o confusión en la población venezolana. Desde luego, hay muchos
factores políticos, económicos, sociales y culturales que particularmente
contribuyen a la dispersión de los distintos actores sociales en el país.
El siguiente artículo pretende
problematizar este aspecto y hacer propuestas prácticas que poco a poco irán
incorporando elementos al debate. No busco abarcar la compleja gama de tópicos
que puedan derivar del tema en cuestión —al menos no en un único
artículo— que desarrollaremos a continuación.
Como ya hemos dicho en otros
artículos de este blog, la guerra es un tema muy ámplio y complejo, sobre el
cual corre tinta desde la antigüedad. Diferentes teorías, desde diversas
latitudes se ha descrito, analizado y desarrollado hipótesis, postulados,
máximas, entre otras redacciones sobre la guerra.
Sin embargo, es en la aguerrida e
irreductible tierra de Guaicaipuro, Miranda, Bolívar y Chávez, donde un nuevo
capítulo de «LA GUERRA»
se está escribiendo —lamentablemente— con la sangre de
nuestros jóvenes patriotas, que pese a
ser una «desgracia» —en mi humilde opinión— hay una mención, un tratamiento y una
condena muy tímida, muy superficial o muy ingenua, dirigida hacia un «imperialismo»
abstracto que no siempre se describe claramente, entonces se desvía la mirada. Sobre todo cuando se usa
equivocadamente el concepto «guerra económica» para describirlo.
Primero, militarmente la guerra es simplemente un conflicto armado entre dos o más
partes beligerantes. Las causas —generalmente
económicas, como la Primera y Segunda Guerra Mundial 1914-1945, la Guerra Fría
1945-1989, los distintos conflictos en Äfrica durante el siglo XIX y Medio Oriente desde 1992 y en la actualidad— son muy diversas, al igual que las circunstancias y
escenarios en los que se presenta. En síntesis, la guerra es un conflicto armado
de múltiples manifestaciones e intensidades, en el marco de una o varias
coyunturas políticas —véase «De La Guerra»,
Karl Von Clausewitz, 1832, tomo I, pp 507—. la guerra se manifiesta y afecta
todos los aspectos de la realidad, aún cuando la causa sea de un aspecto
determinado de la misma.
El concepto correcto
que debe ser utilizado para describir la coyuntura que vive actualmente el
pueblo venezolano es «el asedio»
que no es más que un conjunto de acciones que pertenecen al subíndice llamado «tácticas»
en el capítulo llamado «estrategias»
del extenso libro de la guerra. Por lo tanto este es el discurso, el
tratamiento, el lenguaje, que se debe emplear para referirse a la agresión de
los EEUU contra la patria de Bolívar, Zamora y Chávez.
Segundo, la magnitud
o la intensidad del conflicto es tal, que no sería suficiente explicarlo o
abordarlo únicamente desde el ámbito comunicacional, mucho menos desde un punto
de vista parcial —solo sobre el bloqueo económico-comercial-financiero, la
lucha de clases, el colonialismo cultural, la política cuarto republicana—,
sobre las acciones que lleva acabo la élite que gobierna el país sin nombre y
sus aliados para cercar a Venezuela, las cuales sí se pueden catalogar como «...
una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional...»,
a la autodeterminación de los pueblos, los derechos fundamentales de la
humanidad. Mas de veinte años de Revolución me parecen suficientes como para
empezar a definir las cosas como deben ser definidas, en pleno siglo XXI, ya
viene siendo hora también de tomar las riendas, de ser protgonistas en la lucha
por la verdadera independencia, la emancipación total, absoluta, plena como la
luna llena.
Ya basta de tratar
con eufemismos el atentado a la paz, por las acciones beligerantes de la
corporatocracia financiera que es dueña de
facto del mundo.
Para poder hacer uso
eficiente de nuestras capacidades para enfrentar las amenazas que se ciernen
contra nuestro país; es necesario empezar a reunirnos, abrir espacios para el
debate y la organización en nuestras comunidades, en cada calle, cada esquina,
cada bloque, cada urbanismo, cada escalera.
La lucha por la
defensa de nuestro derecho de vivir en paz como cantaba el chileno Victor Jara,
será dada por todos los camaradas y compatriotas que aman a su patria, sea cual
sea su origen, su cultura, su religión, su edad o condición. Todos estamos
llamados a defender a la patria. De la guerra no se escapa nadie, nos afecta a
todos, por eso debemos unirnos «solo unidos
venceremos». En este sentido nuestro Comandante
Eterno Hugo Chávez diseñó una estrategia llamada «La
Guerra de Todo el Pueblo», una doctrina que llama a la
participación de todos nosotros de la defensa de nuestra soberanía.
Para que esto sea
posible es necesaria la organización popular, la preparación de los distintos
espacios para la defensa de nuestro territorio, para garantizar la seguridad
alimentaria, la producción, transporte y comercialización, la educación, la
salud y el desarrollo integral aún en contingencias o en este asedio que afecta
al país.
Nuestra FANB junto a
la Milicia Bolivariana ha venido trabajando para elevar el nivel de apresto
operacional —el nivel de operatividad—, modernizando, actualizando,
adecuando y complementando todos los recursos bélicos para la defensa militar.
El Comandante Hugo en su infinita sabiduría estratégica creó el Cuerpo Especial
de Milicia Bolivariana «pueblo en armas»
con el propósito de preparar a la población para la defensa integral de la
nación.
ANA KARINA ROTE, AUNICON PAPAROTO MANTORO, I TOTO MANTO
SOLO NOSOTROS SOMOS GENTE, AQUI NO HAY COBARDES Y AQUI NADIE SE RINDE.
Los Consejos
Comunales y Comunas, Consejo Productivos de Trabajadores, y los Comité Local de
Abastecimiento y Producción; fueron creados como mecanismos de agrupamiento de
las fuerzas sociales. Son espacios que deben utilizarse para la cohesión y
organización sistemática de la población, que a su vez deben integrarse a la
Milicia y a la FANB, que de manera articulada deben engranarse para constituir
una poderosa maquinaria cívicomilitar que pueda resistir y vencer el asedio que
se nos ha impuesto.
Como conclusión, es
necesario que se hable claramente de que estamos en una nueva Guerra por la Independencia, por la Autodeterminación, por nuestro Derecho a ser Libres y Soberanos. El discurso debe ir en el marco de la resistencia de todo el pueblo
frente a agresiones foráneas; a la organización, a la defensa de nuestra
soberanía y sobre todo a cerrar filas frente a una posible intervención
norteamericana.
Desde
la vanguardia... ¡SEGUIREMOS VENCIENDO!
Escrito por:
@Mars-MK2
Editado por: @iracema11